jueves, 24 de diciembre de 2015

Tombi!


Tombi! O la historia del niño de pelo rosa que derrotó a los Cerdiablos. Nostalgia pura y dura de la mano del creador de juegos como Mega Man y Ghosts'n Goblins. Llamado Tomba! fuera de Europa y Australia, este es otro de mis juegos favoritos de PSX (le doy gracias al Demo One que lo contenía). Y ya que se acercan las navidades, quiero dar un regalo a los lectores de este blog con una review de un juego que realmente vale la pena disfrutar. Es corto, rápido y fácil, pero también es una maravilla que puede durar horas y horas con los ítems extra y demás.

La historia de Tombi! empieza cuando el niño de pelo rosa -de mismo nombre que el juego- descubre que los Cerditos Koma le han robado el brazalete de oro que le regaló su abuelo. A medida que avanza y encuentra al Sabio Centenario, se entera de que esos cerditos son los súbditos de los Cerdiablos, entidades malvadas en cuerpos de cerdo con un gran amor hacia el oro que lanzan hechizos a todo lugar que encuentran bonito y no les gusta, hechizando también a la población, al clima, a los seres vivos del lugar, etc. Así pues, a parte de recuperar el brazalete de su abuelo, Tombi deberá derrotar a los siete Cerdiablos con las Siete Bolsas Cerdo que pueden capturarlos, una para cada cerdo, sellando así sus poderes y devolviendo la normalidad al lugar hechizado y a su gente.

La intro en animación con un Cerdito Koma y el brazalete robado; y por otra parte, las primeras palabras que nos van a decir "eh, tu". Cuánta educación.

Plataformas por excelencia, Tombi! lleva al jugador de misión en misión para conseguir llegar hasta el último Cerdiablo que -obviamente- es el que tiene el brazalete (algunos de esos objetivos son tan extraños y variados como alimentar y darle unos pantalones a un mono, rescatar a un perro, rescatar a un niño enano y a un niño ratón, aprender a nadar, participar en una carrera de motocross, jugar al escondite, reír y llorar frente a un enano que quiere ser actor, darle una medicina a una bruja, etc). A veces dichas misiones serán secundarias, pero si se quiere completar el juego al 100%, esas se transformarán en obligatorias; consiguiendo así, más puntos AP (puntos de experiencia/de aventura) que servirán más adelante para abrir las cajas AP, las cuales contienen ítems necesarios y extraños. Una de las curiosidades del juego relacionada con los ítems es el encontrarse espacios vacíos en el menú de misiones, dando a entender que borraron algunas por falta de tiempo/espacio/ganas o cualquier otra cosa. Además, el juego tiene en total 130 eventos, pero dos de estos se consiguen nada más acabar el juego, por lo que el jugador solo va a ver 128. Por otra parte, en el juego existen cofres, muchos cofres. Los más sencillos se podrán abrir gracias a una llave del Sabio Centenario, pero los otros deberán abrirse con otras llaves (es decir, otros sabios) para poder conseguir los ítems que hay dentro.

El juego en si es coloridamente atractivo, con una gran paleta de tonos luminosos y agradables a la vista, juntamente con una banda sonora cualificada como una de las mejores en PSX. Músicas divertidas, simpáticas, variadas, agradables y con un gancho realmente atrayente donde los bongos e instrumentos de madera dan el toque perfecto para ponerte en situación (obviamente hay otros tipos de instrumento, cada cual con su escenario perfecto). Uno de los detalles más queridos es el cambio de banda sonora de una misma zona antes y después de ser liberada del hechizo que lo tenía maldito. Y hablando de escenarios, no hace falta decir que los que hay son tan variopintos como todo lo que rodea al juego: bosques, selvas, playas, volcanes, montañas con asquerosos y molestos vientos, pueblos, densas vegetaciones, rocas por las que Tombi deberá escalar, puentes, islas, etc.

Tombi a punto de destrozar huevos, ¿qué habrá dentro? A la derecha, Tombi riéndose descontroladamente junto a las flores después de haberse comido una seta.

Los ítems de los que dispone el muchacho de pelo rosa se irán consiguiendo a medida que se completen misiones y se abran los cofres. Al inicio del juego, Tombi llevará unos pantalones verdes y una bola con pinchos, pero más adelante podrá conseguir pantalones de otro color como violeta, rojo o gris, los cuales tienen cualidades diferentes tales como correr más rápido o hacerle saltar más alto para alcanzar lugares que anteriormente eran imposibles para él. Lo mismo pasa con las armas o los objetos: desde boomerangs de madera y piedra hasta una sombrilla para flotar pasando por comida (plátanos, queso,.. incluso un almuerzo completo), un cubo de madera el cual se debe llenar de agua, una flor carnívora, un espejo sucio encontrado dentro de una espora rosa, polvos de colores, tintes para el pelo, las alas de la caridad las cuales nos ayudan a desplazarnos por el mapa, etc.
Y hablando de ítems, se dice que entrando al código del juego con Action Replay se pueden encontrar objetos que a simple vista están ocultos para el jugador, lo que podría dar una respuesta a los espacios vacíos que mencioné en párrafos anteriores; aún así, como yo personalmente no lo he probado no quiero asegurar nada.

De todas formas, Tombi! no es el juego perfecto, y quizás lo que más molesta a la hora de jugar es el menú desordenado y petado de objetos, misiones y demás. Para que el jugador se sienta cómodo cada detalle cuenta, y tener un menú al cual debes dedicarle tiempo para saber como moverte le resta puntos; los menús de los videojuegos deberían ser entendibles y fáciles de navegar con un vistazo rápido. Si tenéis un momento comparad el menú occidental con el japonés y veréis a lo que me refiero.

En resumidas cuentas, hay un momento en que ves los objetos y piensas: "¿y esto para qué debía usarlo? ¿esto me servirá o solo será un espacio lleno más?". Y es aquí cuando vuelvo a molestaros con el error quizás más grande de este videojuego: los ítems inútiles y los ítems escondidos. Ya sea por falta de tiempo, por falta de espacio, o incluso por falta de ganas, en Tombi! se encuentran objetos escondidos dentro del código (es decir, "borrados" a la vista del jugador) y objetos inútiles que probablemente se debían usar para lugares que también eliminaron, o eventos incompletos así como misiones que se han hecho "del revés", como por ejemplo la misión "El Árbol Sabio Conoce". En esta misión se deben conseguir 5 objetos de oro para revivir al árbol (juntamente con otras acciones), pero cuando los has entregado al Sabio correspondiente y regresas al lugar donde empezó la misión, el árbol te cuenta dónde puedes encontrar los objetos... es... extraño.

El mono Charles siempre pidiendo más y Tombi en el bosque encantado de los enanos con la sombrilla de Charles en su espalda.

Innovación en la época de 32-64 bits. Un plataformas 3D con una mecánica 2D que hizo las delicias de muchos jugadores en aquella época; y aunque la saga continuó con una segunda entrega, el equipo de Whoopee Camp -responsables de ambos juegos y creadores de solo estos dos- tuvieron que cerrar las puertas debido a la bancarrota. Una pena sabiendo que actualmente un juego de Tombi! con caja, manual y completo puede pasar de los 200€. Un objeto prácticamente de culto para los jugadores nostálgicos de clásicos de PSX que no alcanzó su versión Platino, pero que es como si la tuviera desde que salió al mercado.

Añadiendo una última curiosidad, existe un error de traducción bastante gracioso llamado "El Rock de la Sirena". En inglés la misión se llama "Siren's Rock" es decir, "La Roca de la Sirena", pero el bello equipo de traducción pusieron a una sirena rockera. Nunca superaré eso. Nunca.
Otro error bastante conocido es el de "Medicina Fría = Cold Medicine", cuando este último se refiere a medicina para resfriado, no para el frío.

Tombi con los 7 Cerdiablos y el sabio de 1 millón de años. A la derecha, Tombi en una zona donde no se puede hacer nada (una zona inútil).

Y como varios juegos de PSX, este también se encuentra disponible en Playstation Network (junto a su segunda parte), aunque la versión que se vende es la Norteamericana por lo que al buscar los juegos se deberá escribir Tomba! en vez de Tombi!.