jueves, 30 de junio de 2016

flOw


flOw (también llamado Flow) es un juego indie que apareció en 2006 como un juego flash, atrayendo multitud de miradas por la estética, la sencillez y la calma la cual te transportaba en un mundo de pequeños microbios y organismos acuáticos que intentaban sobrevivir a las criaturas agresivas de los fondos marinos. Si tuviera que describirlo en una sola palabra, esta sería adictivo, no hay más. flOw tiene lo que hay que tener para ser un juego que sin necesitar mucho puede hacer pasar muy buenas horas al jugador, sea en la plataforma que sea. Entretenido, divertido, un simulador de vida incluso educativo y lleno de ingenio que se complementa con una belleza inmejorable.

El juego es muy tranquilo y la mecánica de este es muy simple: comer o ser comido, eso es lo que debes tener en cuenta, el juego te obliga de una forma prácticamente invisible a que no dejes morir a tu pequeñín al llegar a los niveles más profundos del juego. Puede parecer fácil al principio, pero cuanto más indagas en el juego, más ágiles son los movimientos de los otros organismos —obvio no quieren ser comidos, y si pueden van a hacer eso contigo—, pero a la vez todo es tan delicado y la falta de violencia hace que flOw sea una obra maestra; no para ser mencionada en todas partes, pero sí para ser recordada por aquellos que se enamoraron de lo hermoso que es. Para terminar de rematarlo, no existe exactamente música del juego, pero sí que hay una ligera banda sonora, muy acuática con muy pocos cambios en el sonido, estos solo se pueden notar al escuchar un ligero ruido que hacen las demás criaturas al ser comidas o al querer atacarte.

A lo largo del juego las pantallas irán cambiando así como los colores y bichos que deberás comerte y/o esquivar.

En flOw empiezas siendo una diminuta partícula acuática, un bicho insignificante junto a otro grupo de partículas invisibles al ojo humano. ¿Qué debes hacer? Con el joystick (me centro en la versión portátil de Playstation ya que es la que yo tengo) de la PSP, la criatura se moverá de forma sinuosa con el propósito de comerse a los demás, creciendo poco a poco. Cada vez que te comes a una de esas partículas, una ligera y cálida música aparece, creando un bonito efecto de sonido que se une a una cadena de melodías transparentes y tranquilas; cadena que se muestra con toques de luz que se deslizan a través del cuerpo de tu protagonista, creciendo un poco más a cada rato.

¿Y si todas las partículas de mi alrededor ya me las he comido, qué hago? Para eso existen dos tipos de huevo (exactamente no sé si son huevos, pero yo los veo así) uno de azul y otro de rojo. El azul sirve para que subas un poco más a la superfície —tanto como para alcanzar incluso la pantalla de título— y el rojo se usa para todo lo contrario: bajar un nivel más y así poder seguir comiendo. A medida que se baje las criaturas que encontrarás serán distintas, más fuertes, resistentes e incluso ofensivas; si no te sientes preparado para ello siempre puedes buscar el huevo/partícula azul y subir, creciendo algo más (siempre que regreses a un nivel donde ya te lo has comido todo, van a aparecer tres o cuatro bichos más para ayudarte a crecer).
En algunos niveles —especialmente los más profundos— las especies de bichos acuáticos que vas a encontrarte serán distintos al que tu controlas, y a pesar de que sabes perfectamente que los puntos con más luz son los puntos débiles que puedes comerte para eliminarlos la cosa no va a ser fácil, especialmente con unos insectos de forma redonda que parece que tengan hilos a su alrededor que los protegen (ver segunda imagen, arriba). De alguna forma esos organismos me recuerdan a las medusas, y todo el mundo sabe lo cabronas que pueden llegar a ser las medusas.


En las dos primeras imágenes las "medusas" que nombré antes; en la última, el bicho protagonista con una larga cola y aletas, avisando de que ya estás llegando al final de tu ciclo (siempre y cuando no empiecen a comerte los otros).

Al haber terminado el ciclo de vida de tu primer bicho, este se va a comer una partícula que existe muy, muy, muy abajo, fragmentándose y sacando de su interior un bicho completamente distinto. ¿Y la historia de comer o ser comido es distinta también? Pues sí, por el simple hecho de que cada organismo acuático tiene sus ventajas, desventajas y maneras de crecer. Algunos tienen camuflaje, otros poseen una especie de aceleración, otros paralizan a los demás,... Y así sucesivamente. El juego en sí no tiene final, puedes repetirlo las veces que quieras que la historia siempre va a ser distinta (nunca tienes tanta suerte como para no ser nunca eliminado ni tampoco debes ser tan patoso/a como para no poder pasártelo nunca).

En mi opinión es uno de los mejores juegos de PSP que tengo (y tengo bastantes, pero flOw siempre se mantiene en los puestos altos de mis tops mentales que algún día voy a publicar). Lo conocí con una compilación de tres juegos llamada PlayStation Network Collection: Power Pack entre los cuales también se encuentran los juegos "Beats" y "Syphon Filter: Combat Ops". Algún día explicaré los dos restantes.

¿Recomiendo probar flOw? Sí, y lo recomiendo mucho; un mundo acuático puede ser precioso a la vez que simple y sencillo. No necesitas nada más, tan solo paciencia y dejarte llevar por flOw así como disfrutar de su belleza, mecánica y delicadeza de su funcionamiento.

Cuando tu bicho se ha comido parte de un organismo enemigo, este se vuelve rojo durante unos instantes, percatándose de que hay peligro a su alrededor. Si puede, te atacará, y sino, intentará escapar de ti.

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