miércoles, 8 de noviembre de 2017

Salón del Manga de Barcelona '17


Cada año espero el Salón del Manga de Barcelona con muchísima ilusión. Este 2017 la espera ha sido eterna pero el resultado ha sido uno de los más satisfactorios. Valió la pena el no poder asistir a la Barcelona Games World y guardar ese dinero para gastarlo en el Salón. Llevo yendo a este evento de forma ininterrumpida desde hace 13 años y puedo asegurar que este año me ha dejado muy buen sabor de boca. Necesito que llegue ya el año que viene para repetir.

Autobús: 7:30
Tren: 8:35
Llegada a BCN: 10:15
Tiempo de espera en la cola para entrar: 0 horas. Por primera vez en la historia no tuvimos que hacer cola para entrar, aún sigo en shock.

Esto cada vez es más grande... Jesús.

Pues sí, por primera vez en la historia —al menos desde que comencé a ir al Salón— no hemos tenido que hacer cola. Fue una situación bastante extraña pero a la vez muy satisfactoria, el poder pasar los controles nada más llegar, sin tener que esperar bajo el caluroso sol ni sentir tropecientos empujones de gente impaciente que quiere colarse de una forma u otra. No voy a decir que me sentí melancólica por no haber esperado horas fuera del recinto, pero la sensación fue curiosa. Al fin podré decir que hubo una vez en la que entramos directamente sin tener que esperar ni un solo minuto.

Este año me acompañó mi hermano, el cual tenía como objetivo principal encontrar la película de "Your Name"; y la encontró, sí, pero también encontró otras películas, figuras y álbumes musicales de k-pop que acabaron en su poder. Por otra parte también tuvimos la compañía de mi mejor amiga (mujer con la que he ido siempre al Salón, a excepción del año pasado) y una amiga suya que iba cosplayeada de algo que no pude identificar. Lo siento, soy pésima para eso y tampoco se me ocurrió preguntarle. Viva yo.

Había varias exposiciones, algunas sobre míticas series como Mazinger Z y otras sobre autoras tan famosas y actuales como Robico.

Es de esperar que las figuras sean una de las atracciones principales del Salón, pero madre mía, no sé si es porque cada vez el recinto es más grande o porque estuvimos muchísimas horas ahí dentro, pero la cantidad de figuras que había era infinita, y cruelmente tentadora. Figuras de coleccionista (especialmente de Dragon Ball, Yo-kai Watch, One Piece y Vocaloid), figuras movibles, maquetas, figuras, figuras, figuras,... ¡y kimonos! Me pareció que este año había un considerable aumento de prendas originales japonesas y de objetos y artilugios propios del país nipón, desde palillos (con sus correspondientes sujeta-palillos) hasta lámparas, pasando por relojes solares, calzados de madera (los llamados geta), objetos para la cocina, complementos, bolsas, joyas y demás.

A pesar de que había bastante espacio entre stand y stand, la cantidad de gente que había en el interior era más que considerable. Este año el Salón se ha superado, alcanzando más de 148.000 visitantes entre los cinco días que ha durado. Supongo que haber añadido un día más ha tenido algo que ver, y eso que la idea de no poder entrar de nuevo si se salía del recinto no es que sonara demasiado tentadora.

Las exposiciones fueron bastante interesantes (al menos las poquitas que vimos) así como también lo fue pasear por las zonas donde se daban a conocer novedades ya fuera en anime, manga o videojuegos. Lo curioso —como siempre— es encontrar aquella pequeña zona con material friki que no pertenece al mundo japonés, y que en su mayoría se trata de productos de Harry Potter, Juego de Tronos, Stranger Things y demás. ¿He dicho ya que los peluches también fueron protagonistas de largas colas? Es imposible resistirse a un peluche de un gato bien regordete, de algún Pokémon o de un Gudetama en forma de tortilla y atado con un alga sobre el arroz.
Por otro lado, la zona de fanzines y cosas parecidas estaba a reventar, así que no nos acercamos demasiado a esta, y mira que había cosas interesantes, pero eso de empujar y hacerme espacio con los codos no es lo mío.

Pequeñas compras de este año.

Lista de adquisiciones:
  • Tomos del 1 al 5 de "Citrus".
  • Temporadas en DVD de la 1 a la 4 de "InuYasha".
  • Mini-álbum japonés "Blackpink" — Blackpink.
  • Álbum "Purple" — MAMAMOO.
  • Mini-álbum "Red Diary" — BolBBalgan4.
  • Álbum "Super Junior05 (Twins)" — Super Junior.
  • Álbum "Now We" — Lovelyz.
  • Tomo "The Legend of Zelda. The Minish Cap y Phantom Hourglass" — Perfect Edition.
  • Figura de Link del videojuego "The Legend of Zelda. Breath of the Wild".
  • Figura de Link del videojuego "The Legend of Zelda. Twilight Princess".
  • Gashapon de Charizard conseguido en un huevo de chocolate de Pokémon.
  • Llavero de Pikachu (no está en la foto).
¿Hubo algo que me hubiera gustado comprar y no lo hice?

Sí, como todos los años cuando llego a casa acabo diciendo "ah, debería haber comprado eso y aquello también". Este año me quedé con ganas de más figuras, especialmente de Dragon Ball y de The Legend of Zelda, así como algún que otro Funko Pop gracioso no encontré el Funko de Gudetama, me cachis. y peluches y videojuegos (lo siento pero no pagaré 30€ por un Pokémon Cristal más viejo que yo). Había también camisetas que se ganaron mi corazón pero encontrarlas en mi talla era un engorro, así que pasé de ellas. Con un poco de suerte las puedo encontrar por internet sin tantos problemas.

En definitiva fue una salida de lo más productiva y satisfactoria; espero que el año que viene sea igual de genial, porque hasta el momento este es el mejor Salón del Manga de Barcelona al que he asistido nunca. Y dicen que el número 13 trae mala suerte... ¡meh!

¿Alguna otra curiosidad? El stand de GAME pasó desapercibido, ¡no lo vimos! Y ah, de nuevo pasamos de largo de la zona de comida porque ya íbamos preparados con nuestros almuerzos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario